La evolución humana tuvo su
origen con el movimiento. En la sociedad primitiva,
obviamente no existía un programa de educación física y deportes.
No obstante, el desarrollo del Homo sapiens (Ej. el Cro-Magnon de la Edad
Paleolítica) dependía grandemente de la acción de sus músculos esqueléticos.
La meta educativa principal de la sociedad
primitiva era supervivencia (a nivel individual y como grupo). No existían maestros de educación
física, solo continuas demandas físicas y proyecciones en la vida diaria
del ser primitivo. Para aquella época, era necesario que el ser humano tuviera
una buena aptitud física, de manera que pudiera subsistir en el medio ambiente hostil
donde vivía.
A largo plazo, estas actividades físicas cotidianas mantenían a este ser
primitivo en buenas condiciones físicas. Todo esto era parte de las destrezas
de supervivencia que necesitaba desarrollar el ser primitivo. Por otro lado,
las destrezas de conformidad estaban diseñadas para asegurar la supervivencia
del grupo al disponer las destrezas individuales al servicio de este
grupo. Era necesario el trabajo cooperativo
entre la gente para poder satisfacer
las necesidades del grupo, de lo contrario, el grupo no podría sobrevivir.
El ambiente físico de la sociedad primitiva
requería que se tuviera una buena capacidad física. Por ejemplo, las
inclemencias del tiempo, las cuevas como albergue, poca ropa para protegerse
del frío y otras condiciones primitivas demandaban una apropiada fortaleza
muscular, capacidad explosiva, agilidad, entre otras cualidades físicas.
La evidencia histórica en cuanto a la
actividad del ser humano prehistórico ha sido obtenida fundamentalmente a
través de dos métodos.
El primero se deriva de estudios arqueológicos y
antropológicos. De estas investigaciones se desarrollan interpretaciones y
formulan conclusiones relacionadas con la vida social de esta población primitiva.
La segunda fuente de información se infiere del estudio de poblaciones
modernas primitivas que se encuentran en nuestra civilización presente en
ciertas áreas de África y Australia. Basado en la manera
actual en que viven estas poblaciones, se plantean inferencias y conclusiones
sobre lo que serían los principios de la educación física en la época prehistórica.
Los Aborígenes de nuestra época
moderna se encuentran aún en la edad de piedra, de manera que proveen
información vital de cómo sería la actividad física en la civilización
primitiva. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado al realizar inferencias y
formular generalizaciones de esta fuente, puesto que dichas poblaciones no
necesariamente representan lo que fue la civilización típica primitiva.
A pesar de esto, a través de estos
estudios se sabe que la población primitiva participaba en juegos y baile,
con énfasis en el baile. Se cree que el baile fue el comienzo del movimiento corporal organizado, lo que conocemos hoy en día
como ejercicio. Debido a que el lenguaje no era
muy efectivo, el baile representaba una manera de comunicación y expresión.

Este fenómeno se puede observar en las
poblaciones primitivas (Ej. tribus indígenas) de nuestra época contemporánea.
Se cree que existía un baile para todas las expresiones de las emociones humanas y sus manifestaciones
sociales. De hecho, en estas tribus primitivas se empleaba el baile para
ceremonias religiosas, para implorar lluvia, como un medio curativo de enfermedades o como preludio a la acción bélica.
Podemos extrapolar la presencia de la actividad de baile en estas comunidades
primitivas porque estos individuos se movían al ritmo de un sonido rítmico proveniente de algún
instrumento rudimentario de percusión, tal como el tambor; comúnmente esto
ocurría alrededor de una hoguera.
Los juegos también eran parte
importante del diario vivir para estas poblaciones primitivas. En dicha época,
el juego representaba
aquella parte de la actividad total donde se participaba por simple diversión y
espontaneidad. Además, el juego era un medio para preparar a los jóvenes para
la vida adulta, puesto que el jugar era tomado de las actividades cotidianas
diarias y representaban un medio reconocido para mejorar las cualidades físicas
necesarias para sobrevivir, tales como la fortaleza muscular, velocidad y
destrezas motoras particulares.
Por lo tanto, es posible que la
actividad física primitiva estuviera relacionada en sus inicios con actividades
de sobre vivencia tales como la búsqueda continua de alimento, vestimenta,
albergue, protección de un ambiente hostil
y la propagación de las especies.
La educación ofrecida a los varones
jóvenes se concentraba en la educación física, puesto que esto ayudaba al
desarrollo de la fortaleza y a ser más hábiles en términos motores.
En otras palabras, la educación para esta época estaba casi en su totalidad
dirigida hacia el mejoramiento de la capacidad física del ser humano primitivo,
de manera que se pudiera desarrollar las destrezas de supervivencia y la
conformidad (Freeman, 1982, p. 22).
Las necesidades fisiológicas
fundamentales del ser humano primitivo (Ej. el hambre) lo obligaba a ejecutar
regularmente una variedad actividades físicas o destrezas de supervivencia,
tales como la habilidad para defenderse por sí solo y a otros; el desarrollo de
destrezas requeridas para la búsqueda de alimentos (Ej. lanzar, pescar, trepar, nadar,
correr, cazar ); habilidades para conseguir ropa y encontrar albergue y las
destrezas necesarias para vivir como un individuo en el
mundo.
El ser humano primitivo pudo subsistir
a estas condiciones de vida adversas debido a su gran nivel aptitud física; fue
posible este desarrollo físico por la activación constante de sus sistemas orgánicos, tales como los músculos
esqueléticos, sistema cardio respiratorio, entre otros.


Esto, a largo plazo, propiciaba una
diversidad de adaptaciones fisiológicas en este ser primitivo. Todo indica,
entonces, que una apropiada aptitud física para el ser humano primitivo era
necesario e imperante para poder sobrevivir en la vida diaria difícil que
tenían estos individuos. Se puede especular que las destrezas físicas
requeridas para la sobre vivencia para dicha época fueron enseñadas a los hijos
de generación en generación.
Podemos, entonces, inferir que los
padres primitivos fueron los primeros maestros de educación física. Por
ejemplo, el padre adiestraba a sus hijos en el uso del arco y la flecha, cómo
trepar árboles, el empleo de sus
extremidades para correr y nadar, entre otras destrezas.
Conforme las poblaciones primitivas
fueron evolucionando socialmente, así como las maneras de controlar su
ambiente, de la misma manera fue cambiando también la actividad física. Fueron
evidentes las transformaciones en los juegos y deportes según se evolucionaba a
través de las diferentes épocas Eolítica, Paleolítica y Neolítica.
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